No todos los días se casa un amigo de verdad, amigo del Costal y la Trabajadera que tuvo la bendita culpa de impregnarme de este veneno. Y no siempre lo hace con una mujer tan bella por fuera y por dentro, enhorabuena compadre, enhorabuena Alberto y Elena.
¡Vivan los novios!
Foto: Miguel González
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